03 octubre 2025
Encuentro "Refugees and Migrants in Our Common Home: Mobilizing Academic Communities for Action"
Del 1 al 3 de octubre, en el Instituto Patrístico Augustinianum, se celebró el ciclo de encuentros titulado «Refugiados y migrantes en nuestra casa común: movilizar a las comunidades académicas para la acción», organizado por la Universidad de Villanova y el Instituto Madre Cabrini sobre Inmigración. Participaron en estos encuentros la Superiora General, hna. María Eliane Azevedo Da Silva, la Asistente General, hna. Patricia Godoy, las MSC hna. Tatiana Advokushina, hna. Joseane Cabral Soares, hna. Yolanda Flores y Javier Ramírez-Baron, director ejecutivo de Cabrini Immigrant Services. 
Durante los tres días que duraron los encuentros, el escultor Timothy Paul Schmalz, autor de Angels Unawares en la plaza de San Pedro, se dedicó a la creación de un busto de Madre Cabrini. 
Antes del ciclo de encuentros, el 30 de septiembre, algunos participantes en la conferencia visitaron el Borgo Laudato Sì. Entre otros, también participó en esta visita la Hna. Tatiana MSC.
Las reuniones de carácter general y abiertas a todos los oyentes se celebraron en el Aula Magna, como, por ejemplo, las del miércoles 1 de octubre por la mañana, el jueves 2 de octubre por la tarde y el 3 de octubre durante todo el día. Otras mesas redondas podían elegirse en función del interés específico del oyente. 
El periodista Andrea Sarubbi moderó las intervenciones de los tres días. 
El 1 de octubre, tras la actuación de una cantante solista, Maurice Eriaremhien dio la bienvenida a la conferencia con su testimonio desde Nigeria. A continuación, intervinieron varios frailes de la Orden de San Agustín, entre ellos el fray Joseph Farrell, prior general de la Orden de San Agustín, y, conectado desde Chicago, el fray Peter Donohue, presidente de la Universidad de Villanova. 
«La Universidad de Villanova es una universidad muy centrada en el trabajo con los migrantes», afirman algunos frailes agustinos durante sus palabras de bienvenida, añadiendo que el trabajo que han comenzado a realizar se basa en las palabras del Papa Francisco, por lo que se trata de una promesa que se ha convertido en acción.  Los agustinos destacan que son la primera congregación misionera en trabajar en ese territorio. De hecho, la orden agustina, con sus misioneros, fue la primera en establecerse en Pensilvania. 
Esta universidad, y por consiguiente el Instituto Madre Cabrini para la Inmigración con sede en su interior, trabaja con el objetivo de compartir lo que Dios nos ha dado, para poder dar lugar a una apertura cada vez más integrada, romper los esquemas mentales, experimentar la cooperación, donde cada uno pueda sentirse al mismo tiempo actor y cooperador. 
 
En varias intervenciones se ha reiterado que en el centro del encuentro entre las personas debe estar el concepto de comunidad, de compartir nuestra casa común, de tener siempre presente la compasión por los que sufren y el cuidado de los más débiles.
El amor es la ley de Dios, se afirma en varias intervenciones, en varias ocasiones. 
La profesora Michele Pistone, fundadora y directora de la Facultad del Instituto Madre Cabrini sobre Inmigración, afirmó que es urgente reconstruir o, en algunos casos, construir una sólida dimensión comunitaria, y subrayó que la esperanza es una orientación que acompaña las decisiones de cada día. FOTO 
A continuación intervino Lana Cook, directora asociada, quien destacó cómo la sinodalidad emerge de los diferentes niveles y campos de trabajo e incluye la importancia de aprender del pasado, mirar hacia el futuro y hacia las necesidades del momento. Muchas personas, reitera, trabajan cada día en esta dirección. Fue muy bonito recordar que este ciclo de encuentros se organizó antes del Jubileo de los Migrantes, precisamente en este año jubilar dedicado a la esperanza. FOTO 
La sesión de la tarde comenzó con la intervención de Rabia Nasimi, defensora de los refugiados y asesora política del Gobierno británico, quien destacó tres palabras clave de gran importancia: identidad, esperanza y pertenencia. 
El profesor Massimo Faggioli, profesor de eclesiología histórica y contemporánea del Loyola Institute del Trinity College de Dublín, reitera que el papa Francisco quería que los migrantes no solo fueran acogidos, sino también acompañados y promovidos; en pocas palabras, llevar adelante lo que se define como «teología de la esperanza en acción». 
Durante varias intervenciones se pone de manifiesto que la Universidad de Villanova es un ejemplo concreto de cómo las universidades pueden convertirse en espacios de apoyo para los migrantes y los refugiados. 
Un espacio para acoger a migrantes y refugiados que abarca diferentes dimensiones: desde la escucha hasta el crowdfunding.  La colaboración es otro punto de gran importancia. La integración y la integridad, unidas al conocimiento, son algunos de los puntos fuertes de estas realidades académicas. 
Por la tarde, en el Aula Minor, durante los paneles sobre el tema «Voces de inmigrantes», se profundizó en la dimensión de la hospitalidad, la defensa, la atención personalizada y la reciprocidad. Seguimos las intervenciones de: Alberto Ares (Hospitalidad: Amor en acción), Gregory Cuèllar (Arte de Lágrimas: Proyecto de arte de refugiados), Melanie Menkevich (Aprendizaje-servicio a través de intercambios virtuales con organizaciones comunitarias), Justin Paluku Mbunbule (Dejemos que los refugiados nos enseñen sobre su mundo) y Bartholomew Sey (La migración y sus efectos en la seguridad alimentaria).
El 2 de octubre por la mañana tuvimos la gracia de participar en la audiencia en la sala Clementina con el papa León XIV. En su discurso, el Santo Padre nos recordó la urgencia de oponernos a la globalización de la indiferencia. A continuación, subrayó que los pilares sobre los que deben basarse los «planes de acción» de los ámbitos académicos para los migrantes y los refugiados son la enseñanza, la investigación, el servicio y el apoyo. Sugiere dos temas que deben integrarse en estos planes de acción: la reconciliación y la esperanza, recordando que los migrantes y los refugiados son testigos privilegiados de la esperanza a través de su resiliencia y su confianza en Dios. 
Por la tarde, en el Aula Magna intervinieron: 
La Sra. Amy Pope, directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y luego Mons. Paul Tighe, secretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación. 
La Dra. Pope afirma que, en muchos casos, lo que hay que ofrecer a los migrantes y refugiados es formación, servicio e investigación, siguiendo algunos principios rectores como la dignidad humana, la solidaridad y la subsidiariedad. 
Monseñor Tighe destaca la importancia de construir, como dijo el Papa León durante la audiencia de la mañana, una cultura del encuentro. Añade además lo delicado que es gestionar la diversidad dentro de la sociedad y entre culturas diferentes.
A continuación, subraya la importancia de la contribución que los migrantes aportan a nuestra sociedad una vez integrados; por ello, declara que es fundamental trabajar en este aspecto y no centrarse únicamente en darles la bienvenida. 
La base de partida para todos es la encíclica Fratelli Tutti del papa Francisco, en un momento en el que se está produciendo una gran polarización en el mundo. La solución a esto podría ser el desarrollo de una estrategia que combine resiliencia y esperanza. 
Hubo muchos testimonios en las sesiones paralelas a las que asistimos por la tarde, también en la Aula Minor: 
Ip Kim Ching Aidan «Refugee Children: Our future and our responsibility» (Niños refugiados: nuestro futuro y nuestra responsabilidad), Adelia Dannus, «UCT Welcomes: Formation, Advocacy, Research for migrant Dignity» (UCT da la bienvenida: formación, defensa e investigación para la dignidad de los migrantes), Veronica de Sanctis y Julia Krhebtan-Hörhager, «Migración, mujeres y guerra: las mujeres ucranianas en Italia»; María D. Bermúdez, «20 años de menores migrantes no acompañados: el futuro de los que no tienen voz»; Hung Jackie, «Niños refugiados: nuestro futuro y nuestra responsabilidad»; Juan Joffret Smith Malca Alva, «Impacto y mejoras en el proceso de control de la inmigración en Perú». En estas sesiones se habló de la tecnología, el aprendizaje y las dificultades escolares de los niños, la ciudadanía, la alimentación y la seguridad y estabilidad de los migrantes y refugiados en determinadas circunstancias.
La noche del 2 de octubre se proyectó la película Cabrini.  
El tercer día se unió a las demás hermanas la hermana Pietrina Raccuglia MSC.
Al final del tercer día de encuentros, se llevó a cabo la inauguración y bendición de la escultura de la Madre Cabrini, obra del artista Timothy Paul Schmalz. La superiora general, hermana María Eliane Azevedo Da Silva, estuvo presente en este momento de acción de gracias y bendición.
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