Entrevista Padre José Cristo Rey García Paredes, CMF, de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María

Durante la Asamblea Global, el Padre José Cristo Rey García Paredes, CMF, de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, ofreció una conferencia titulada “La espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús”.
En su intervención, reflexionó sobre cómo la devoción al Sagrado Corazón puede renovar la sinodalidad y la misión de la Iglesia, invitando a vivir una espiritualidad del corazón capaz de transformar al ser humano desde dentro.
A continuación, compartimos la entrevista realizada después de su conferencia.

¿Cómo puede la devoción al Sagrado Corazón de Jesús conducir a una mejora de la sinodalidad de la comunión y de la misión? 

La palabra devoción quiere decir que una persona sale de sí misma y se entrega a otra, siente un especial interés por otra persona. La devoción es siempre antinarcisista. El narcisista se centra en sí mismo.

La devoción hace que una persona salga de sí misma para salir al encuentro con las demás. ¿Y qué es la sinodalidad? La sinodalidad es caminar todos juntos. No un grupo de gente narcisista que cada uno piensa en sí mismo, sino un grupo de gente que cuida de la otra, que mira a la otra, se implica con la otra, conversa con la otra y decide con la otra.

Por esto la sinodalidad es antinarcisismo. Y lo mismo sucede con la misión. La misión ya no es solo con los compañeros, sino con la situación de nuestro mundo.

Cuando uno no es narcisista, piensa más en el mundo que en su propio ego. Y por esto, como Jesús, se siente enviado a los demás, porque tanto amó Dios al mundo que le entregó a su hijo. Tanto amó Dios al mundo que entregó a una persona que nunca es narcisista y siempre piensa más en los demás que en sí misma. 

¿Cómo puede la espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús llevar esperanza al mundo actual? 

La palabra espiritualidad nos hace ya pensar en algo que no es visible, no es palpable, pero que existe y que nos envuelve. Estamos envueltos por una realidad invisible. Dios creó lo visible y lo invisible.

Y Dios mismo forma parte de esa realidad invisible a la que nosotros no tenemos acceso. Y por tanto, la espiritualidad nos coloca siempre en contacto con aquello que no vemos, que no podemos tocar, que no podemos sentir. Y por esto, la devoción al corazón de Jesús es la devoción a un corazón, a una persona que no podemos ver ni tocar, que ya estuvo entre nosotros, pero que ya desapareció, decimos que subió al cielo.

Es que está en otra dimensión a la cual nosotros no tenemos acceso. Y por esto, la espiritualidad está siempre llena de ausencia, pero al mismo tiempo de presencia. Cuando nosotros amamos de corazón a alguien, entonces descubrimos que aunque no esté aquí presente, pero está siempre presente en mi corazón.

Y podemos estar a miles de kilómetros de distancia. Lo mismo sucede con la devoción al corazón de Jesús. Es una devoción que nos saca de nosotros mismos, aunque haya entre nosotros una especie de abismo que nos separa.

Pero la espiritualidad es importante para cambiar el corazón del ser humano y para hacer que el ser humano aprenda un arte nuevo de amar.

Un mensaje que quiere dejar a las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús. 

A las hermanas misioneras del Sagrado Corazón, las seguidoras de Madre Cabrini, mi deseo y mi recomendación sería que sean Madre Cabrini, pero en este momento, en el 2025-2026. Estamos en un mundo todo él mediado por no solo la inteligencia artificial, sino la multiplicidad de inteligencias.

Estamos descubriendo que no solamente somos inteligentes con nuestra mente, también hay una inteligencia cordial. Hay múltiples inteligencias, por ejemplo, la inteligencia artificial. Estamos en un mundo inteligente y por tanto ser inteligente quiere decir que entras en lo más profundo de la realidad.

La conoces desde formas que son inimaginables. Y por tanto las Misioneras de Madre Cabrini deberían ser mujeres ante todo que se dejan llevar por la inteligencia del corazón. Aquella inteligencia que hizo de Madre Cabrini, una mujer capaz de descubrir lo que muchos otros nunca descubrían.

Ser una mujer de inteligencia cordial, la inteligencia del corazón que la llevó incluso a hacer milagros. Esos milagros que la trajeron desde Italia a Estados Unidos, desde Estados Unidos a atravesar toda América, buscando sobre todo a los más pobres, a los más necesitados, a los emigrantes. Y por esto mi mensaje sería, sed Madre Cabrini en este nuevo siglo.